Quinta cicatriz

Esta en realidad no es una cicatriz, sino varias. Es un grupo de cuatro cicatrices que me hice a la vez, y se encuentran localizadas en la parte inferior de la palma de mi mano izquierda.
Como ya os imaginaréis fui un niño especialmente revoltoso; lo que hoy llamarían hiperactivo. Eso no sólo me causó muchos problemas a mi, sino también a mis padres, que han tenido siempre mucha paciencia conmigo.
La cosa es que encontré un atajo para ir al colegio. Era un camino más corto, pero más peligroso. Tenía que atravesar dos solares cerrados, en uno de los cuales había un perro cuidando de que nadie hiciera lo que hacía yo. Atravesar el primero no era difícil. Saltaba una pared y pasaba al siguiente atravesando hierbas altas. El segundo era otra cosa. Por un agujero miraba si el perro estaba atado y de ser así saltaba y obstáculo superado.
Uno de los días salté creyendo que estaba atado, pero sólo debía estar durmiendo sobre la cadena. Cuando me dí cuenta de que no estaba atado ya lo tenía muy cerca, así que empecé a correr como alma que lleva el diablo. Llegué a la pared antes que él, pero esta vez el dueño del solar había incorporado una nueva trampa con la yo no contaba: había puesto cristales rotos sobre la pared.
No vi los cristales, sólo el perro que con toda probabilidad lo único que tenía en mente era desayunarse a ese niño de nueve años que era yo.
No recuerdo haber sentido dolor al producirme los cortes, pero me asusté mucho al ver mi mano izquierda empapada en sangre.
Tampoco recibí puntos de sutura en aquella ocasión, pero no volví a tomar aquel atajo.

8 comentarios:

Fini Calviño dijo...

Oye tu estás muy marcado ¿no? jajajajajaj seguriemos leyendo ;-)

Di dijo...

Pues menos mal que cicatrizas bien que sino ibas a parecer Eduardo ManosTijeras

Ivana Carina dijo...

Hombre!

Otro que Daniel el terrible! jajajaa!

La menos aprendiste la lección: No más atajo! ^.^

Beso!!

isobel dijo...

jajajajaja no se yo si lo dijiste en casa, besitos

Belén dijo...

Madre mía, que cabrica loca!!!!

Besicos

Tuxman Linuxos dijo...

fini: Un poco sí, pero no se nota mucho.
di: Jajaja, no lo había pensado, pero no es para tanto.
ivana carina: Aprendí la lección, pero aún hoy en día a veces se me olvida. Un beso.
isobel: No es que no lo dijera, es que llegué todo ensangrentado, y ya te puedes imaginar, pero nunca dije cómo me lo hice. Besos.
belén: Un poco sí. Besos.

Sintagma in Blue dijo...

Se aprende de la experiencia...

Tuxman Linuxos dijo...

sintagma in blue: No siempre, amiga, no siempre.

 
Elegant de BlogMundi